Frente al mar, digo lo no dicho
La canción me persiguió meses. Un amigo me la mostró en octubre y, para diciembre, ya era parte de mí. Primero, me cautivó su letra. Después, le encontré relación con mi abuelo; me atrapó. Llegué de su funeral, todavía sin asimilar lo que sucedía; parecía un sueño, casi una pesadilla. Escribí lo que se me vino en gana, sólo quería ser dueña de lo que pasaba, por lo menos con palabras.
Lloré amargamente, arrepentida de no haber dicho todo lo que quise decirle cara a cara y, ahora, era demasiado tarde. Aprendí, un poco por la mala, que, a pesar de que se me esté quebrando el corazón, mi fe esté rota, así mis ojos se estén cerrando, debo decir lo que tengo que decir con el corazón bien abierto. (Traducción de: Say – John Mayer)
Me enteré, además, que se escapaba de clases, de pequeño, para ver llegar el barco en el que iba su papá. Yo, sin saberlo, siempre miré y miro el mar con ilusión; encontré un lazo común, donde ahora reposan sus cenizas. Sin duda, volvería a caminar toda la vida si al final estás tú mirando el mar. (Mar – Gaia)
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