¿Girl-Power?
La situación laboral de la mujer ha evolucionado considerablemente en los últimos 35 años. Pero a pesar de que hoy existe un mayor número de ejecutivas, aún persisten diferencias con respecto a la condición laboral de los hombres.
Una de las más saltantes es la salarial (19,4% más bajo que un hombre en iguales condiciones). También, hay una segregación jerárquica, en la que por defecto el sistema brinda mayor acceso a puestos gerenciales a los hombres y deja los puestos subordinados a las mujeres. Asimismo, ciertas empresas, sobre todo las de origen local, ven la maternidad como una barrera.
Otra forma de discriminación tiene que ver con la edad. Los hombres de entre 50 a 55 años son muy buscados para asumir posiciones ejecutivas, algo que no viene sucediendo con las mujeres (máximo 40 años).
La lista de las barreras culturales es larga; sin embargo, también es necesario considerar las cosas que se pueden hacer para poder superarlas. Lo primero es lograr que la responsabilidad maternal se convierta en familiar. Además, las compañías deben tener horarios flexibles e impulsar, de ser necesario, el trabajo en casa, así como instaurar cuotas de participación femenina. También debe replantearse el tema educativo para que desde pequeños, los hombres nos vean cómo iguales. Esto nos ayudará a acabar con la raíz del problema, que es cultural. No obstante, sugiere evitar la sobreprotección pues el exceso, más que beneficiarla, podría terminar perjudicándola, desmotivando su contratación.
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